Con la nueva Comisión Europea ya en marcha empiezan a conocerse las líneas políticasque marcarán la actuación de los máximos responsables de la Unión Europea en esta etapa.
En este sentido, la reducción del impacto de las actividades de transporte sobre el medioambiente se erige como una de las principales prioridades para la nueva comisaria de Transportes, la rumana Adina Vâlean.
La comisaria pretende sacar adelante un conjunto de acciones que lleven a la reducción de emisiones en todos los modos de transporte, entre las que se incluyen un impulso a la transición energética, en aplicación del principio de que quien contamina, paga, ya tradicional en las políticas europeas.
Como refiere Fenadismer, la comisaria considera prioritario el establecimiento de peajes que lleven a incentivar el cambio de flotas con vehículos más ecológicos que hagan un mejor uso de las infraestructuras, por lo que se propone impulsar la aprobación de una nueva actualización de la Directiva sobre la euroviñeta.
Su objetivo es que los Estados Miembro avancen en las negociaciones y permitan que la tasación por el uso de infraestructuras pueda acometer los retos medioambientales, en la línea de que los ingresos obtenidos por este medio se destinen a la inversión en alternativas más sostenibles que el transporte por carretera.
Precisamente en este mismo sentido, el Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea analiza estos días una propuesta de modificación de esta Directiva para convertirla en una herramienta de reducción de las emisiones contaminantes del sector del transporte por carretera, mediante el establecimiento de sistemas de peaje electrónico basado en la distancia.
De igual modo, Vâlean también tiene previsto hacer una apuesta decidida por la intermodalidad y, en el ámbito de las infraestructuras, la nueva Comisaria se compromete a trabajar en la dirección de finalizar y modernizar la red de infraestructuras con el objetivo de hacer del transporte una actividad más segura, justa y fiable consiguiendo una mejor conexión en las fronteras y entre los diferentes modos.
Por lo que respecta a la competitividad del sistema europeo de transporte, la responsable rumana se plantea como objetivo promover mercados de transporte abiertos, en los que se desarrolle una competencia leal y justa basada en la convergencia regulatoria entre todos los países de la UE, la igualdad de condiciones y la sostenibilidad.