La dirección de La Naval ha presentado este pasado viernes ante los juzgados de lo mercantil de Bilbao la solicitud de apertura del procedimiento concursal del astillero, aprobada por sus accionistas en junta extraordinaria el pasado 30 de agosto.
A partir de este momento, un juez se encargará de supervisar la actividad del astillero, que se encuentra en conversaciones con la empresa Van Oord para retomar la construcción de las dos dragas encargadas.
El acuerdo con Van Oord supondría la vuelta de la actividad a las gradas, a la espera de que el juez emita su informe sobre el estado de las cuentas del astillero y mientras se reciben las ofertas de los posibles inversores interesados en hacerse con los activos de La Naval, una vez se proceda a la liquidación
Antes será preciso liquidar la deuda, cifrada en alrededor de 150 millones, tras acumular 80 millones de pérdidas en los ejercicios de 2015 y 2016.
La presentación del concurso de acreedores se ha producido un día antes de la fecha límite que se fijó para cursar la solicitud y dos días después de la entrega del buque cablero al armador holandés Tideway que trató de llevarse en plena noche el barco hace dos semanas.
Este mismo lunes, los 181 trabajadores que constituyen la plantilla fija de La Naval entrarán en ERE de suspensión temporal hasta el 31 de diciembre, cobrando las nóminas íntegras, y confían en que, a su conclusión, se puedan retomar los trabajos de las dos dragas, tal y como se indicó, al aprobar la aplicación del expediente temporal.