Los tribunales han dado la razón a la Asociación de Transportistas Autónomos del puerto de Bilbao, ATAP, y han reconocido que es inocente de las acusaciones realizadas por la Autoridad Vasca de la Competencia, AVC.
El conflicto se remonta a junio de 2014, cuando la ATAP comunicó su intención de no llevar a cabo el transporte horizontal de los buques gestionados por la naviera Maersk Lines por las "abusivas condiciones económicas" que el operador imponía a los transportistas.
En enero de 2016, la AVC emitió una resolución que dictaba una multa de 800.000 euros para la asociación por considerar que el preaviso de huelga constituía una recomendación colectiva contraria a la competencia, aunque cuatro días después la ATAP hubiera anulado la convocatoria.
El tribunal finalmente ha considerado que la decisión ha sido tomada por una "asociación legalmente constituida" que tiene la finalidad de defender los intereses profesionales del sector y que la multa impuesta es "desproporcionada", poniendo en peligro su supervivencia.