La inversión en el sector inmobiliario logístico español se colocará en torno a los 2.000 millones de euros este 2022, según un reciente análisis de Knight Frank.
El registro señala que el mercado logístico del país prolongará este ejercicio el buen momento que ha vivido durante el curso pasado gracias, de acuerdo con la consultora, a factores como la cada vez mayor integración de España en la red europea de transportes o la posición estratégica de España.
Estos aspectos posicionan al país como uno de los destinos clave para la inversión en inmobiliario logístico y lo colocan en el séptimo lugar preferido para los inversores, solo por detrás de países como, Alemania, Polonia, los Países Bajos, el Reino Unido y Francia, pero con perspectivas de adelantar a Polonia y los Países Bajos, según Knight Frank.
Por ubicaciones, la compañía estima que los inversores concentrarán su actividad en el mercado logístico español en plazas consolidades como Madrid y Barcelona, además de en otras zonas como Málaga, Valencia o Zaragoza.
En el mismo sentido, este año también registrará buenos datos en operaciones de alquiler, especialmente asociadas a sectores como alimentación, retail y comercio electrónico, con una demanda muy focalizada en las terceras coronas para un almacenaje de poca rotación y distribución a nivel nacional, así como en primeras coronas para una distribución más de última milla.
Como consecuencia, la tipología de inmuebles más demandados se dirige a activos logísticos más modernos, con mayor altura, diáfanos, con campas más amplias, pero también mucho más sostenibles y que presten atención al bienestar de los empleados.
Sin embargo, al mismo tiempo, la consultora alerta de que la subida de los costes de construcción, provocada por la situación macroeconómica actual, puede hacer que el ritmo de las operaciones de desarrollo se frene ligeramente, algo que podría contribuir a dar salida al parque de naves existentes y en proyecto.