La espiral inflacionista que se vive parece que está produciendo un regreso del canal físico en las compras de alimentación, con el consiguiente retraimiento de las ventas on-line, a tenor del último Observatorio de Comercio Electrónico en Alimentación dado a conocer esta semana por Asedas.
Así pues, dentro de los tres grupos de consumidores analizados, la compra física de productos de alimentación se ha incrementado siete puntos porcentuales, mientras que la compra omnicanal ha perdido casi seis puntosy la exclusiva del canal on-line ha retrocedido un punto.
Los precios y la posibilidad de compararmejor los productos aparecen como el principal motivo que los consumidores tienen para acudir a la tienda física, con un 44%. De igual modo, la comodidad o conveniencia derivada de la amplia y diversa red de tiendas de proximidad que existe en España suma un 39% de las opiniones.
En cuanto al gasto por compra, se detecta un incremento en el canal físico en un 18% y un descenso de un 9% en el canal on-line.
Por otra parte, por tipo de producto, las referencias de higiene personal y droguería pierden entre cinco y cuatro puntos porcentuales, respectivamente, mientras que, al mismo tiempo, se registra una recuperación dos puntos en los productos frescos, posiblemente por una mejora en la percepción de la calidad y en los sistemas de conservación y entrega.
En este segmento, las frutas y hortalizas siguen siendo las más demandadas, seguidas en este orden por la panadería y bollería, charcutería y quesos, carnes y aves, pescados y mariscos, así como, en último lugar, los platos preparados en el propio supermercado.
Por dispositivo utilizado en la compra on-line de alimentación, los asistentes virtuales son utilizados por un 6% de los usuarios mixtos y on-line, aunque móviles y ordenadores siguen siendo hegemónicos.