En momentos de crisis como los actuales, cualquier circunstancia que altere el normal funcionamiento de las actividades logísticas y de transporte tiene un gran impacto sobre otros componentes de la cadena, que pueden ver en riesgo su labor.
Algo así sucede con la huelga de la estiba en el puerto de Bilbao, que está extendiendo sus efectos a diferentes componentes de la comunidad portuaria bilbaína.
En concreto, los transportistas de contenedores que trabajan en el enclave piden, a través de Asotrava, ser resarcidos por "los perjuicios económicos que les están ocasionando estos días en su actividad profesional diaria los paros de la estiba en el Puerto de Bilbao, y que ahonda en la crisis económica ya agravada por la pandemia de covid-19".
El sector del transporte terrestre del puerto de Bilbao pide "respeto" para el "gran olvidado siempre, ante las largas esperas, paralizaciones, retrasos graves en los servicios, etc…sin que nadie haga nada ni se responsabilice".
Por eso, Asotrama reclama que “las pérdidas económicas y las afecciones a la salud y seguridad laboral de los transportistas autónomos del Puerto de Bilbao con horas interminables de espera en el camión, deben ser legalmente resarcidas, porque no pueden ser los transportistas autónomos como siempre en estos conflictos, los damnificados y olvidados por todos en un conflicto laboral ajeno a su actividad profesional".
La organización empresarial afirma que "es una vergüenza lo que está ocurriendo y están soportando estoicamente día tras día los transportistas, sin que a nadie les preocupe su situación porque todo el mundo pasa de ellos”.
Con las declaraciones públicas de diferentes actores de la comunidad portuaria bilbaína crece la presión sobre el colectivo de estibadores en huelga que, por otra parte, defiende sus derechos en un entorno de crisis, por lo que otros actores no entienden que se tomen medidas como esta en una situación como la actual.