La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, Acea, ha valorado positivamente la decisión del Parlamento Europeo sobre el desarrollo de la infraestructura de carga y repostaje necesaria para los vehículos de cero emisiones, ya sean turismos, furgonetas, camiones o autobuses. En concreto, la votación corresponde a la propuesta de la Comisión Europea sobre la Regulación de la Infraestructura para Combustibles Alternativos, AFIR, que supone un importante componente del paquete de medidas 'Fit for 55' para el cambio climático. Desde la Asociación, se muestran agradecidos por el hecho de que los europarlamentarios demuestren ahora más ambición y eleven los objetivos nacionales tanto para los puntos de recarga como para las hidrogeneras, pues después de todo, se trata de una parte esencial en la ecuación de la descarbonización. También se ha votado sobre otras mejoras de la normativa AFIR, como el incremento de la potencia de los cargadores para vehículos ligeros y pesados, un desarrollo más rápido de la red de hidrogeneras, y una mayor transparencia y conveniencia para los consumidores. Sin embargo, incluso con este refuerzo de los objetivos marcados, la normativa solamente garantizará un mínimo de la infraestructura necesaria, que deberá ser completada a través de la iniciativa privada. Los responsables políticos de la Unión Europea deberían apoyarla eliminando el riesgo de las inversiones y acelerando los procedimientos de planificación y los permisos, incluidos los que se concedan para actualizaciones de la red. Desde Acea, han querido hacer un llamamiento a los gobiernos nacionales, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea para que mantengan un fuerte nivel de ambición en las negociaciones sobre la normativa. Asimismo, ha explicado que establecer objetivos de infraestructura específicos para los camiones contribuirá a una reducción efectiva de las emisiones de CO2 de cara a finales de la década. En concreto, en 2026 deberá haber al menos una estación de carga para vehículos eléctricos cada 60 kilómetros en las principales carreteras. El mismo requisito será de aplicación para camiones y autobuses, pero solamente en algunas vías y con estaciones más potentes.