La distribución on-line de productos de alimentación podría alcanzar una cuota de mercado de entre el 4% y el 6% en el año 2020, frente al 1% actual, pero esta evolución puede poner en riesgo al 15% de las tiendas físicas tradicionales, según un informe que apunta como principal ventaja de estos establecimientos su oferta de productos frescos.
La falta de confianza en la calidad del producto es la razón que disuade al 44% de los consumidores de realizar este tipo de pedidos por Internet, por encima del precio o los plazos de entrega. Además, el 76% quiere ver los productos antes de comprarlos y el 68% prefiere poder llevárselos en el momento.
Sin embargo, el 80% se muestran decepcionados con la calidad de los productos frescos en sus tiendas habituales y el 58% admite haber comprado productos de baja calidad, aunque los clientes satisfechos con la oferta gastan un tercio más en su tienda habitual que aquellos que no lo están.
En este sentido, los minoristas deben optimizar la cadena de suministro de los productos en su recorrido hasta el domicilio del comprador, una barrera que los distribuidores on-line lograrán superar a medio plazo.
Optimización de la cadena de suministro
Un proceso de pedido más inteligente, con plazos de entrega más cortos y un control de flujo de mercancías integrado puede aumentar notablemente la frescura de los alimentos. Asimismo, las nuevas tecnologías, como el 'machine learning', han mejorado en gran medida la planificación de la demanda.
Uno de los mejores ejemplos del avance del e-commerce en el segmento de la alimentación es Amazon, que lanzó su primer supermercado on-line en Alemania en 2015. Hoy, sus precios apenas varían con respecto a los de las tiendas de alimentación tradicionales, incluso en los productos frescos.
El gigante del e-commerce ofrece cómodos horarios de entrega en varias ciudades piloto alemanas y su servicio Fresh estará disponible pronto en otras localidades, llegando a todo el país en los próximos años y más adelante, a otros mercados europeos.