En este contexto, desde Astre Península Ibérica, grupo independiente que agrupa a pymes de transporte y logística, se ha puesto de manifiesto uno de los problemas a los que se enfrenta, como es la falta de presencia y participación activa de sus socios para compartir e intercambiar negocios, clientes y 'know-how'.
Todos los miembros de la asociación trabajan conjuntamente en el intercambio interno de cargas, las compras conjuntas de productos y servicios, la gestión conjunta de aciones comerciales, informáticas, inmobiliarias y de servicios generales a las empresas y la defensa colegiada de los intereses de los asociados frente a los grandes grupos del transporte y la logística y la posibilidad de competencia con estos.
En el informe 'La competitividad a través de la gestión de la presencia' elaborado por la mutua Egarsat, en el que participan varias empresas y organizaciones, Astre ha expuesto su objetivo de mantener viva y activa la implicación de todos los integrantes de la agrupación, que participen en las decisiones a través de reuniones de región, formación de jefes de empresa, de operadores de tráfico o de especialistas, y contribuyendo a conseguir resultados, con el intercambio de clientes y negocio.
Fomentar la participación
Uno de los riesgos de las asociaciones entre pares puede ser que solamente algunos trabajen para el beneficio de todos los demás. Tal situación puede comprometer el clima y el buen funcionamiento de la organización y la consecución de los objetivos propuestos.
Además es conveniente y necesario contar con colaboradores leales y de solvencia reconocida con un alto grado de implicación en el desarrollo del grupo. Por eso la participación activa de cada uno de los asociados en la vida interna de la asociación, es fundamental para su existencia y para obtener resultados, lo que es fruto de una gestión eficaz del comité directivo.
Una herramienta para fomentar esta participación son las reuniones periódicas de seguimiento, en donde la asistencia a veces supone el primer obstáculo a superar. De hecho, en el informe se señalan algunas de las causas que explican este absentismo, como son "la existencia de otras prioridades, la importancia dada a contingencias individuales con respecto a las del grupo, la necesidad o voluntad de ahorrar costes y tiempos de desplazamiento para asistir, etc.".
Por ello, como medida para evitar el absentismo, desde Astre Península Ibérica se ha optado por implantar una medida sencilla pero eficaz, como es la de imponer una penalización económica de 500 euros a los miembros que no ayuden en las reuniones convocadas, a favor de la tesorería de la asociación.
En cuanto a la participación activa, se propone que las reuniones se dirijan a intercambiar la experiencia entre los socios, que ayuden a detectar problemas o que valoren las aportaciones de negocio de cada empresa.
Con estas medidas, según la asociación, en 2012 se consiguieron 20.000 servicios intercambiados y 4.500.000 euros de facturación, distribuidos equitativamente entre los socios.
Los beneficios para cada empresa en particular son evidentes, al verse multiplicado el negocio, también del propio y al contar con la calidad del servicio de los colaboradores, lo que solo es posible con la participación de todos, fruto de la gestión eficaz de las personas que integran las organizaciones.