El túnel del Pertús, que conecta España y Francia, podría dejar de operar, ya que en la próxima junta de acreedores, que tendrá lugar el 15 de septiembre, la banca rechazará la propuesta de las empresas que gestionan la infraestructura, la española ACS y la francesa Eiffage, para reestructurar su deuda y garantizar su viabilidad.
Dicha junta será el último proceso del concurso de acreedores en el que la conexión, que supuso una inversión de 1.000 millones de euros, se ha visto inmersa desde septiembre de 2015, por no haber llegado a un acuerdo para refinanciar la deuda.
Después de un año de negociaciones, la banca considera que la propuesta que plantean las compañías no cumple con el requisito impuesto de que tanto las empresas como las administraciones públicas española y francesa realicen inyecciones de capital.
Acuerdo entre España y Francia
Ante estas previsiones, España y Francia ya han diseñado un acuerdopor si finalmente deben hacerse cargo de forma conjunta de la gestión de este AVE transfronterizo.
No obstante, la administración española está buscando algún instrumento o recurso legal para evitar que la liquidación de la sociedad gestora del túnel se haga inmediatauna vez lo dictamine el juez del proceso concursal, de forma que se pueda dilatar el proceso.
Por el momento, ACS y Eiffage han manifestado su compromiso de que el túnel siga operando y canalizando el tráfico ferroviario con las mismas condiciones de seguridad, fluidez y regularidad.
Ambas compañías se adjudicaron en 2003 el contrato de construcción y explotación de este túnel, a través de la sociedad conjunta TP Ferro. Se trata de una tramo de 44,4 kilómetros de longitud, de los que 8,3 kilómetros corresponden a un túnel bajo los Pirineos.