Tras las retenciones que el pasado lunes 5 de octubre colapsaron el área metropolitana de Madrid y que, entre otras consecuencias, propiciaron varios accidentes por alcance, la Asociación Española de Carreteras (AEC) ha señalado que es necesario "aplicar un cambio de criterio en la gestión del equipamiento viario" para resolver este tipo de problemas.
Para la asociación, la clave está en la información, al ser un factor determinante en la adecuada gestión del tráfico, ya que un usuario bien informado planifica sus desplazamientos adecuadamente.
En este sentido, desde la asociación señalan que son "numerosos" los equipos y sistemas, instalados en las redes de carreteras españolas y en los viarios urbanos y periurbanos, "que pueden ser susceptibles de mejora" en cuanto a la calidad y fiabilidad de la información que se traslada al usuario.
Dicha mejora pasa por una explotación integral de la movilidad desde los Centros de Gestión de Tráfico a través de aplicaciones para móviles o tablets, suministrando al usuario un servicio de información en tiempo real, jerarquizado y estructurado por vías o itinerarios a demanda del propio conductor.
Soluciones desde la infraestructura
Por otro lado, las infraestructuras viarias existentes poseen estándares de calidad que les otorgan una importante versatilidad a la hora de implementar soluciones a los problemas de congestión. Su optimización es, por tanto, el segundo factor a tener en cuenta para atajar las retenciones o reducir su frecuencia y duración.
Vías de alta ocupación, carriles reversibles, ocupación extraordinaria de la sección transversal o limitaciones horarias a determinados vehículos o a determinados movimientos, son medidas "muy eficientes" para optimizar el uso de una infraestructura sin necesidad de ampliar la misma.
No obstante, también es necesario ampliar la capacidad de algunas carreteras, incrementando el número de carriles, sobre todo en los tramos más conflictivos y con problemas crónicos de congestión.
Nuevas tecnologías
Otras soluciones llegan de la mano de tecnologías que empiezan a generalizarse en otros ámbitos. Es el caso de los aviones no tripulados o drones, que se revelan como potentes aliados en la gestión de carreteras.
Conectados a smartphones y otros sistemas avanzados de comunicación, estos vehículos están siendo utilizados ya en la reconstrucción de accidentes, en labores de conservación de carreteras y de topografía, y en la gestión y control del tráfico.
La mejora de los servicios de acceso para la atención de accidentes es otra línea que las autoridades gestoras del tráfico en las grandes ciudades deberían explorar para, no solo reducir los tiempos de respuesta tras un siniestro, sino evitar que el mismo desencadene la paralización del tránsito en la zona donde se ha producido.
Por todo ello, desde la AEC consideran que son múltiples las medidas a adoptar para resolver los problemas de movilidad en los accesos a las grandes ciudades, la mayoría con ratios elevados de coste/beneficio.
En este contexto, instan a los responsables a que lleven a cabo el análisis y la valoración de su implantación, evitando políticas dirigidas a la restricción de uso del vehículo privado que, no hemos de olvidar, es un medio indispensable en la accesibilidad a productos y servicios para muchos ciudadanos.