La asociación Ferrmed ha organizado recientemente una conferencia en Bruselas en la que se han evaluado los retos y oportunidades que presenta el crecimiento de los principales vectores económicos del mundo, estos son el de Asia-Mediterráneo, el vector euroasiático y el Euler (European Union Locomotive Economic Regions).
Entre las conclusiones que apuntan desde la asociación tras la conferencia 'El impacto del comercio intercontinental en la competitividad de la Unión Europea y la red principal de corredores (2015-2030)' se encuentra, principalmente, la necesidad de concentrar las inversiones en la Red Transeuropea en actuaciones vinculadas a estos vectores, por su elevado potencial de desarrollo.
Para Ferrmed, el epicentro donde se unen estos vectores de crecimiento es el lugar en el que existen las mayores posibilidades de desarrollo, como es el caso de las zonas del Mar del Norte y del Mediterráneo occidental. Por tanto, bastaría con concentrar estas inversiones en 13.000 km de la red ferroviaria transeuropea que une los grandes puertos y las zonas urbanas, logísticas e industriales más importantes.
Estas acciones, junto con el desarrollo de un Plan Logístico Integral a nivel de la UE, una regulación en la gestión de los puertos y una ley ferroviaria unificada a nivel internacional, facilitarían el balance de los flujos de transporte y permitirían ahorros importantes hasta alcanzar, en su punto álgido, cifras del orden de los 160.000 millones de euros anuales.
Desarrollo potencial
Entre otros datos que reflejan la importancia de estos vectores económicos, basta señalar que la región Asia-Mediterráneo representa el 60% de la población mundial, conecta China y Europa a través de Canal de Suez y es la vía más corta.
Por su parte, otro gran vínculo, el euroasiático, que tiene como espina dorsal el ferrocarril transiberiano, incrementará su tráfico en un 80% de aquí al 2050.
El comercio intercontinental entre Europa y otros continentes crece de forma sostenida cada año. De hecho, el tráfico intercontinental en 2014 aumentó un 5,2% en la ruta entre Asia y Europa, un 5,5% en la ruta entre África y Europa y un 4,8% en la ruta entre América y Europa, y las proyecciones para los años venideros indican que continuarán los crecimientos sostenidos en las rutas marítimas del comercio.