Crédito y Caución prevé una resolución lenta y gradual de todas las perturbaciones logísticas que se están registrando desde el inicio de la pandemia a finales de 2019.
En este sentido, la compañía espera que hasta 2023 no se asignen los contenedores a los lugares adecuados, lo que mantendrá los costes de transporte elevados a corto plazo.
De igual modo, la compañía también estima que la escasez de semiconductores se prolongará durante todo 2022, una vez que, según su criterio, la escasez de chips ha superado su punto álgido, ya que los principales fabricantes de Asia están aumentando la producción.
En esta misma línea, Crédito y Caución prevé que las cadenas globales de valor mantengan su estabilidad, a pesar de las fuertes perturbaciones que sufren desde 2020 y, al tiempo, no detecta un retroceso significativo en la escala de la globalización.
Sin embargo, sí que podrían producirse una deslocalización limitada, ya que los costes laborales en algunos centros de fabricación, sobre todo en China, aumentan a medida que se asciende en la cadena de valor.
Además, la aseguradora de crédito si cree que la guerra acelerará la reorientación de Rusia hacia China, la India y el Asia Central, pero considera poco probable que China quiera crear una estructura comercial regional que pueda perjudicar su relación comercial con las economías avanzadas, toda vez que el comercio con Estados Unidos y sus aliados en Europa y Asia sigue representando más del 70% del comercio exterior de China, frente a sólo el 4% con Rusia y la India.