Los consignatarios, estibadores, operadores de transporte, las empresas navales y de servicios portuarios del puerto de Pasajes agrupados en Giport están "hartos" y han mostrado su malestar con el Gobierno vasco y con la Autoridad Portuaria de Pasajes tras comprobar su silencio inicial ante el informe de la consultora PricewaterhauseCoopers, en el que se cuestionaba el futuro del puerto guipuzcoano si dentro de cinco años los barcos que transportan vehículos no caben en la dársena natural pasaitarra.
La asociación Giport, creada en marzo de 2009 por 34 empresas para impulsar la creación de una dársena exterior, lamenta el "abandono progresivo y alarmante" en el que se encuentra el puerto y denuncia el "abandono progresivo y alarmante" de la instalación en favor de la de Bilbao.
Estas críticas han sido contrarrestadas por la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras Arantxa Tapia y por el diputado general de Guipúzcoa Markel Olano, que han denunciado que estas críticas "generan una visión muy negativa" de la situación, que no tiene nada que ver con la "actividad de cooperación que se lleva a cabo en estos momentos" entre las instituciones y la Autoridad Portuaria.
Además han señalado que la regeneración del puerto es "irreversible" y permitirá compatibilizar el uso portuario de la infraestructura con el urbano, algo en lo que no coincide Giport.
Asimismo, desde la administración autonómica se han señalado que se están llevando a cabo acciones concretas para diversificar la actividad en el puerto, como la implantación de una nueva línea de contenedores o el incremento de su uso comercial, negando lo que desde Giport se define como una "maniobra descarada del lobby empresarial de Vizcaya".