La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, Ganvam, ha iniciado una ronda de reuniones con todos los grupos parlamentarios con el fin de recabar apoyos para impulsar un nuevo marco legislativo que regule la fiscalidad en la industria de la automoción.
La iniciativa permitirá que se escuche al sector antes de aprobar una nueva normativa, promoviendo la movilidad sostenible y la mejora de la calidad del aire, sin frenar el desarrollo de "un pilar estratégico para la economía como es la automoción".
Desde la Asociación plantean un modelo fiscal que evite añadir más presión impositiva al sector, ya que es uno de los que mayor esfuerzo inversor está realizando para cumplir con las normativas medioambientales y ya contribuye a las arcas públicas con más de 26.000 millones de euros anuales.
La propuesta trasladada contempla una reforma encaminada a desincentivar el uso de los vehículos más antiguos y fomentar la renovación del parque con modelos más eficientes, traspasando la presión impositiva de la compra al uso.
Consolidar la demanda y gravar los modelos más contaminantes
Se pretende así eliminar el Impuesto de Matriculación, que penaliza la compra de vehículos con nuevas tecnologías y por tanto menos contaminantes, lo que ayudaría a consolidar la demanda interna a largo plazo. Actualmente, sólo el 26% de los vehículos abona este impuesto, por lo que la merma económica se vería compensada por la demanda adicional generada.
Desde Ganvam también abogan por reorientar el Impuesto de Circulación para que la cantidad a abonar esté vinculada a las emisiones contamintantes en lugar de a la cilindrada y la potencia, lo que posibilitará gravar de forma real a los modelos más perjudiciales.
Con medidas de este tipo "se evitará lanzar mensajes equivocados, demonizando al diésel" , que en el el caso de los nuevos Euro 6, no sólo cumple los objetivos medioambientales sino que emite menos CO2 que un vehículo de gasolina.
Por otro lado, la patronal de la distribución está abordando con los diferentes grupos parlamentarios la necesidad de desarrollar una hoja de ruta que facilite la transición digital y el impulso de una estrategia Industria Conectada 4.0 para transformar toda la cadena de valor.