Las administraciones del País Vasco y de la región francesa de Aquitania han catalogado el Corredor Ferroviario Atlántico como "prioridad" para mejorar la cooperación y relaciones comerciales entre ambos países.
Según ambos gobiernos, el Corredor presentará una ventaja competitiva en el ámbito del transporte al posicionarse en el centro de los ejes París-Algeciras y París-Lisboa.
En este contexto, desde la administración vasca también han resaltado las "grandes posibilidades de intermodalidad" que ofrece la Plataforma Logística de Jundiz, en Álava, como terminal de mercancías de la autopista ferroviaria del atlánticoiniciada por Francia en Calais.
Estas "grandes posibilidades" se fundamentan en los enlaces de dicha plataforma con el aeropuerto de Foronda, los puertos de Bilbao y Pasajes y las carreteras de acceso al interior peninsular.
De hecho, aunque en un principio la autopista ferroviaria de mercancías iba a habilitarse entre Calais y Tarnós, donde iba localizada la terminal, el gobierno francés "parece ver con buenos ojos" la idea de que la autopista llegue al enclave alavésque propone la administración vasca, según indican desde la misma.