El Gobierno francés ha confirmado que deroga la obligatoriedad de llevar etilómetros en los vehículos que circulen en las carreteras francesas. La falta de fiabilidad en la medición de los etilómetros y las dificultades de aprovisionamiento de los aparatos ha motivado esta decisión, que se verá sometida en las próximas fechas a consulta del Consejo Nacional de Seguridad Vial y de las asociaciones de conductores y víctimas de carretera.
Historia de un decreto derogado
El Ejecutivo galo emitió el Decreto nº 2012-284 de 28 de febrero de 2012, en el que se establecía la obligatoriedad de que a partir del 1 de julio de 2012 todos los vehículos a motor, excepto las motocicletas, que circularan por Francia debían llevar un etilómetro a bordo, que permitiera comprobar si el conductor cumplía los límites permitidos de consumo de alcohol para poder circular.
El gobierno galo acordó conceder un plazo de moratoria para informar a los conductores sobre dicha obligación antes de sancionar y aunque el decreto que obliga a la instalación del etilómetro entró en vigor el 1 de julio de 2.012, hasta el día 1 de noviembre de 2.012 se establecía un período transitorio durante el que no se impondrían sanciones.
Ante la proximidad de la fecha del 1 de noviembre y debido a problemas de aprovisionamiento de alcoholímetros en ciertas regiones, el ministro de Interior francés competente al respecto, estableció retrasar la fecha hasta el próximo 1 de marzo, fecha a partir de la cual estarán vigentes las sanciones contempladas por circular por territorio francés sin alcoholímetro homologado a bordo.
A las dificultades de suministrar etilómetros suficientes, hay que añadir la limitación de la capacidad de producción por parte de los fabricantes de dichos aparatos, situados principalmente en China y el Norte de África. Esto influyó en la decisión de modificar la fecha, pero también el gobierno francés tuvo en cuenta los abusos cometidos por algunos establecimientos, que llegaron a quintuplicar los precios de venta de los etilómetros debido a su escasez, y la falta de fiabilidad de alguno de los aparatos que se vendían en el mercado.