Como parte de su Programa de Investigación en Conducción Autónoma, Ford ha llevado a cabo una serie de pruebas en Londres con un vehículo autónomo simulado para demostrar la utilidad que supondría para quienes gestionan y operan en grandes espacios de trabajo.
La iniciativa, en la que ha colaborado DP World London Gateway, se puso en marcha en el mes de junio para explorar el impacto potencial de esta tecnología en los servicios de mensajería y las entregas a domicilio. La intención es identificar nuevas oportunidades y modelos para las operaciones con vehículos autónomos.
Para la prueba, se utilizó una Transit adaptada y especialmente equipada para que pareciese un vehículo autónomo real, con un conductor oculto dentro de un asiento
de seguridad.
Los empleados cargaron paquetes en unos casilleros seguros localizados en la parte trasera y el vehículo se trasladó hasta la recepción principal, a 3,5 kilómetros del punto inicial, para que otros trabajadores pudieran descargarlos. Esto supuso una gran diferencia con respecto al trabajo diario en la instalación, pues el personal tiene que desplazarse para recoger los paquetes.
Cada parte del proceso ha sido monitorizada por los investigadores, que también realizaron entrevistas a quienes participaron en las pruebas. La conclusión es que recoger un paquete de un vehículo en lugar de tener que hacerlo en las instalaciones puede parecer un pequeño ahorro, pero si se tienen en cuenta todos los viajes realizandos durante años puede suponer mucho tiempo y dinero.
"Lo que funcionó fenomenal en las instalaciones de DP World podría beneficiar igualmente a universidades, aeropuertos o plantas de fabricación", han dicho desde el fabricante, que planea invertir unos 6.000 millones de euros en vehículos autónomos hasta 2025, de los cuales unos 4.300 se invertirán de 2021 en adelante.