Tras la huelga celebrada este lunes en Renfe, que fue secundada por el 22,6% de los trabajadores, según el ministerio de Fomento, y hasta por el 90%, si se atiende a los datos de los sindicatos, los secretarios generales de todos los sindicatos con representación ferroviario (CCOO, UGT, CGT, Semaf, Sindicato de Circulación y Sindicato Ferroviario) se vuelven a reunir este martes con los responsables de Fomento con el objetivo de reanudar la negociación sobre el el proceso de liberalización del sector ferroviario.
Ministerio y sindicatos coincidieron en asegurar que durante la jornada de huelga se cumplieron "estrictamente los servicios mínimos", si bien los sindicatos los consideraron "abusivos".
"Pensamos que una reforma tan importante como esta sólo se puede abordar con diálogo y negociación", indicó ayer el secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, Rafael Catalá en la rueda de prensa que ofreció ayer para valorar la incidencia de la huelga, en la que indicó que la jornada de paro se desarrolló "con normalidad", salvo "las distorsiones registradas en algún servicio" y las "aglomeraciones".
Tras pedir "disculpas a los ciudadanos" por las "dificultades y aglomeraciones" que "algunos han sufrido durante la mañana" del lunes, el secretario de Estado garantizó que la reforma ferroviaria aprobada por el Gobierno busca "modernizar y mejorar el servicio ferroviario y consolidar a Renfe como operador público principal".
Catalá también dejó claro que no tiene sentido utilizar los impuestos de los ciudadano para “tapar” las pérdidas de Renfe, compañía que debe ser “autosuficiente” tras las reformas emprendidas por el Gobierno. En su opinión, no es posible seguir subvencionando el déficit del operador público ferroviario con los presupuestos del Estado.