El Ministerio de Fomento se ha comprometido a desbloquear en un plazo máximo de seis mesesel desvío del tráfico pesado que soporta el municipio segoviano de San Rafael, en la N-VI.
Se trata de una primera medida para aliviar los índices de tráfico y los problemas para la seguridad vial en la zona, por la peligrosidad de la travesía. Como han explicado desde el departamento de Infraestructuras, el objetivo es conseguir el desvío total de los vehículos industriales por la autopista AP-6 mediante bonificaciones.
El compromiso adquirido implica el paso obligatorio de todos los camiones por la autopista, liberando así en parte la N-VI, que ya utilizan unos 12.000 vehículos a diario, según las cifras que maneja El Norte de Castilla.
La decisión podría suponer unos costes muy elevados para Fomento, situados entre los 12 y los 19 millones de euros anuales, como ha calculado la administración castellano-leonesa. Por ello, se plantea como la antesala de la futura variante de San Rafael, que acabaría definitivamente con el tráfico rodado en esta vía.
En 2013 se publicó la declaración positiva de impacto ambiental, pero no se realizó ninguna actuación y ya está a punto de caducar. En este sentido, sería complicado plantear una prórroga porque las obras no han comenzado y no sería posible realizar todas las acciones necesarias en un año.
No obstante, el Ministerio reservó en los Presupuestos Generales una cuantía de 1,5 millones de euros para poner en marcha el proyecto. Para 2019 hay previstos otros 10,6 millones y para 2020, un total de 20,1 millones.