El Ministerio de Fomento ha asumido este pasado domingo 1 de abril, la gestión de la circunvalación de Alicante y del tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera, a través de su sociedad Seittsa, que asume su plantilla y su gestión en sustitución de sus actuales sociedades concesionarias toda vez que han sido declaradas en liquidación.
Con estas dos, son ya cinco las vías en problemas rescatadas por Fomento, toda vez que en febrero y marzo se ha quedado con las radiales R-4 Madrid-Ocaña y R-2 Madrid-Guadalajara, y la AP-36 Ocaña-La Roda. Este domingo otras dos vías revierten al Estado y Fomento, a través de su sociedad Seittsa, asume su plantilla y su gestión en sustitución de sus actuales sociedades concesionarias toda vez que han sido declaradas en liquidación.
Se trata de las dos únicas autopistas cuya fecha de ‘rescate’ por Fomento fue fijada por el juez que aprobó el plan de liquidación de sus concesionarias. Estas autopistas son las primeras que el Estado tiene bajo su gestión en más de una década, seis años después de que en 2012, en plena crisis, se declararan insolventes por el desplome del tráfico y los sobrecostes de las expropiaciones.
El plan de Fomento pasa por asumir la gestión a medida que sus actuales concesionarias vayan entrando en liquidación, para en la segunda mitad del año lanzar el concurso público para su reprivatización
La factura estima en unos 2.000 millones de euros, aunque los acreedores de las vías elevan hasta 4.500 millones. Fomento espera aminorar este monto con lo que saque de relicitar las vías, entre 700 y 1.000 millones de euros, pero ya ha reconocido que este importe no lo cubrirá en su totalidad y que la operación afectará así al déficit público de 2018.