El Ministerio de Fomento ha asumido la explotación y el mantenimiento de la autopista de peaje M-12, en el eje del aeropuerto, a través de la empresa pública Seittsa. Se trata de la sexta que revierte al Estado, tras la R-4 Madrid-Ocaña, la R-2 Madrid-Guadalajara, la AP-36 Ocaña-La Roda, la AP-7 Cartagena-Vera y la AP-7 Circunvalación de Alicante.
Esta reversión tiene lugar después de que el juzgado correspondiente haya aprobado el plan de liquidación de la sociedad concesionaria y de que Fomento haya dictado las medidas provisionales para garantizar la correcta prestación del servicio. Además, se garantiza la subrogación de todo el personal en las mismas condiciones.
La Ley de Contratos del Sector Público determina que, en caso de que una concesión de obra pública inicie la fase de liquidación en un concurso de acreedores, existe la obligación legal de resolver el contrato y que la infraestructura vuelva a depender de la administración concedente.
El plan de Fomento pasa por relicitar a lo largo de 2018 las ocho concesiones de las autopistas quebradas en dos lotes. Uno de ellos abarcará las autopistas del entorno de Madrid, mientras que en el otro se incluirán las dos de la AP-7.
A cierre de 2017, todas estas vías habían registrado incrementos de tráfico con respecto a 2016. En concreto, la Intensidad Media Diaria total ha aumentado un 8,6%. En el caso de la M-12, se ha situado en los 7.906 vehículos al día, lo que arroja un incremento del 7,1% con respecto al año 2016.
En cuanto a los dos primeros meses de 2018, el tráfico de las ocho autopistas ha repuntado un 7,6%, un porcentaje que se sitúa en el 5,8% en el caso de la M-12.