El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este pasado lunes la desaparición de la empresa Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE) y su integración en Renfe y Adif. A partir del miércoles, primer día laborable del año, comenzarán a cambiarse los carteles en estaciones y trenes.
El pasado 20 de julio, el Gobierno anunció que dividiría Renfe en cuatro nuevas sociedades y extinguiría el actual operador ferroviario de vía estrecha Feve, de forma que la prestación de sus servicios y sus activos se integrarán en Renfe y Adif, respectivamente.
Se trata de una medida que estaba incluida en el Real Decreto Ley de liberalización ferroviaria. En la actualidad, las tres empresas públicas ferroviarias (Renfe, Feve y Adif) suman pérdidas de 447 millones de euros y una deuda de 20.730 millones de euros.
La orden publicada en el Boletín especifica que los 800 rabajadores de Feve se integrarán en Adif y Renfe, pero señala que esta integración no supondrá "la consolidación o convalidación de condiciones laborales en general y retributivas en particular contrarias a lo establecido en las disposiciones aplicables a los empleados del sector público". Tras la firma del convenio el pasado 21 de diciembre, la empresa se comprometió a mantener el empleo las mismas condiciones laborales.
También indica que la integración en Renfe y Adif "no podrá suponer en ningún caso incremento de dotaciones, retribuciones ni otros gastos de personal al servicio del sector público".
Renfe, que se encargará de los servicios de transporte y el mantenimiento, asume con esta integración unas pérdidas de 80 millones, correspondientes a los servicios y activos que recibe de Feve, dentro del total de 172 millones de pérdidas previstas por el operador público ferroviario para 2013.