La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha solicitado formalmente al gobierno belga que deje en suspenso la entrada en vigor, inicialmente prevista para el próximo 1 de abril, del nuevo sistema de pago obligatorio de una tasa kilométrica para los camiones de más de 3,5 tn de MMA que circulen por los 6.800 kilómetros de carreteras belgas afectados por dicha medida.
Según las previsiones de la administración belga, el nuevo sistema de peajes, que se aplicará simultáneamente en las tres regiones que conforman el país, afectará a un total de 700.000 vehículos de transporte. De ellos, unos 550.000 vehículos provienen del resto de los países de la Unión Europea, España incluida.
Sin embargo, a fecha de hoy, menos del 10% de los vehículos afectados, en concreto algo menos de 65.000 unidades, han instalado el aparato de control, denominado OBU, pese a que la medida entrará en vigor el próximo mes.
A esta situación se suma, además, el hecho de que la entidad concesionaria Satellic haya confirmado que un número importante de aparatos de control ya instalados en los vehículos deben ser reemplazados, ya que el software de gestión presenta deficiencias que afectan a la geolocalización de los vehículos y a la facturación de los peajes.
Monopolio de la concesionaria
Por otro lado, desde la Federación han vuelto a denunciar, como ya hicieron ante la Comisión Europea en diciembre, la "situación de monopolio" en favor de la empresa concesionaria Satellic para la gestión del nuevo peaje belga.
Y es que, si bien las autoridades belgas preautorizaron en febrero a otras cuatro entidades más para la prestación del servicio, Axxex, Euro-Toll, Telepass y Total Marketing, a día de hoy estas compañías "siguen sin poder operar", indican desde Fenadismer, "pese a que estas, a diferencia de Satellic, permiten la interoperabilidad con otros sistemas de peaje europeos".