La Federación Nacional de Asociaciones de Transportes de España, Fenadismer, ha mostrado su rechazo hacia el principio de acuerdo adoptado entre la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Fomento para prohibir la circulación a camiones en la N-340 a partir de enero de 2018.
El objetivo de esta medida es reducir la siniestralidad en esta vía mediante la prohibición absoluta de la circulación a los camiones, que serían obligados a utilizar la autopista de peaje AP-7, abonando el correspondiente peaje con una bonificación que oscilaría entre el 42,5% y el 50%, según el tramo a utilizar.
Por el contrario, los turismos podrán continuar utilizando esta carretera nacional, aunque serán incentivados para utilizar la autopista de peaje, que será gratuita para este tipo de vehículos si realizan la ida y la vuelta en el mismo día.
Desde Fenadismer, consideran que esto supondría "inculpar al sector del transporte por carretera como único responsable de los posibles accidentes" en las carreteras, algo que contradice los datos estadísticos de siniestralidad vial de la Dirección General de Tráfico.
Nuevas medidas para reducir la siniestralidad
Por ello, insisten en la necesidad de implementar "con carácter inmediato" un conjunto de medidas para reducir las causas que motivan los accidentes de tráfico y que fomenten el uso voluntario de las autopistas de peaje.
Entre las ideas que plantea la Federación, destacan la reducción de la velocidad máxima en la N-340 en los tramos más peligrosos, el establecimiento de un tercer carril para favorecer los adelantamientos, y el aumento de la velocidad máxima permitida en la AP-7, aplicando un programa de descuentos para hacer más atractiva su utilización.
Por el momento, el Ministerio de Fomento no ha convocado a las asociaciones de transportistas para consensuar el nuevo plan de desvío voluntario de camiones a las autopistas de peaje, recogido en la Ley de Presupuestos del Estado para 2017 y dotado con un presupuesto de más de 32 millones de euros.