Se han presentado los servicios de terminales como tmZ, en Zaragoza, o la Terminal Intermodal Centro. En Francia, la Autoridad Portuaria de Barcelona cuenta con participación en la Terminal Ferroviaria de Perpiñán, que mueve cerca de 50.000 UTIs al año.
En cuanto a la terminal de Noaín, operada en régimen de riesgo y venta por Hutchison Port Holding, ha conseguido captar tráficos entre el norte de España y Barcelona, así como mercancía que sale por la frontera vasconavarra con Francia, pasando por Bayona y Bordeaux.
Terminales del puerto
también se han presentado las dos terminales ferroviarias ubicadas dentro del puerto. Se trata de BEST y de TCB, en el Moll del Prat y el Moll Sud respectivamente.
A nivel nacional, BEST opera seis conexiones semanales a Madrid, y tres conexiones a Zaragoza o Pamplona, entre otros destinos. En concreto, sus servicios sirven como combinación para el transporte marítimo y terrestre, tanto viario como ferroviario. Para ello, cuenta con ocho vías de de 750 metros, tanto con ancho de vía ibérico como europeo, y una capacidad de 750.000 TEUs. Durante el 2014, se movieron 150.000 TEUs, en 14 trenes diarios, siete de carga y siete de descarga, con una media de 1.000 TEUs diarios.
En lo que respecta a la terminal TCB, su presencia se despliega sobre todo en España, aunque también cuenta con infraestructuras en Asia y América, en donde de hecho acaba de adquirir una terminal en Puerto Quetzal, en Guatemala.
Durante el 2014 en el puerto de Barcelona, ha movido 3,8 millones de TEUs y ha ampliado su superficie para operaciones con contenedores de 57 a 81 hectáreas. En su terminal ferroviaria, dispone de seis vías con ancho ibérico y europeo y una grúa RGM, a la que se incorporará una segunda ya en 2016.
Como parte de su oferta, dispone de trenes tanto para un sólo cliente como multicliente, servicios puerta a puerta y acarreos, con líneas hacia Zaragoza, con hasta 40 rotaciones semanales a TMZ y seis a PlaZa, Burgos, Vitoria, Azuqueca, Tarragona, etc.
Estas dos últimas terminales han indicado la falta de plataformas para realizar operaciones ferroviarias por parte de la Autoridad Portuaria de Barcelona, así como la falta de accesos ferroviarios, a pesar de contar con vías suficientes para la recepción de varios trenes de manera simultánea.
Sin embargo, casi todos los terminalistas presentes han destacado el aumento del tráfico ferroviario durante los últimos años, así como la apuesta tanto de puertos y clientes, por aumentar la cuota de este modo de transporte.