En los últimos días se han venido publicado informaciones que apuntan a conversaciones entre Hyundai Merchant Marine y las navieras Maersk Line y MSC, en las que se estaría negociando una posible entrada de la naviera coreana en la Alianza 2M.
Los expertos de Drewry consideran este acontecimiento "un giro muy extraño" en la industria del transporte marítimo de contenedores, por lo que desde la consultora han analizado y establecido sus hipótesis sobre este asunto.
La naviera coreana ha cosechado importantes pérdidas financieras durante los últimos años, razón por la que el gobierno coreano estudió a principios de año fusionar en un único operador a esta naviera y Hanjin Shipping, también deficiente en términos económicos.
No obstante, HMM está haciendo importantes progresos en el marco de un gran proceso de reestructuración de deuda, una de las condiciones que exigieron sus acreedores. Otra condición que pusieron, y aquí es donde entran en juego Maersk Line y MSC, es la búsqueda de una posible alianza.
Desde Drewry dan poco crédito a estas informaciones, ya que podrían ser sólo una estrategia de la naviera coreana para mejorar su reputación o para presionar su entrada en La Alianza. Sin embargo, ¿por qué no desmienten la situación los dos principales operadores del mundo?, se preguntan desde Drewry.
Sin beneficios para la Alianza 2M
La Alianza 2M apenas obtendría ningún beneficio con la entrada de HMM, según los expertos. En primer lugar, el operador coreano es un jugador "menor" en el comercio entre el continente asiático y Europa y Norteamérica, con lo que la alianza sólo aumentaría un 2% su capacidad con la entrada de esta tercera naviera.
A esta situación se sumarían, por un lado, los obstáculos que pueden presentar las autoridades antimonopolioy, por otro, el perjuicio en términos de marketing que podrían tener para MSC y Maersk Line el hecho de operar con una naviera con un pasado reciente "tan turbulento".
Por ello, desde la consultora sostienen que podría haber una "historia oculta". Entre sus hipótesis, los expertos señalan que el gobierno de Corea, preocupado por sus "enfermos" sectores del transporte marítimo y naval, habría pedido a las navieras de la Alianza 2M que "rescatasen" a HMM a cambio de contratos de construcción naval favorables o préstamos bancarios.
Una segunda teoría es que el objetivo de Maersk no sería tener a HMM como aliado si no adquirir la compañía. Cabe destacar que el operador ya formó 'joint ventures' con Sea-Land y P&O Nedlloyd antes de comprarlos.
Junto a la estrategia de presionar a La Alianza, la otra posibilidad que contemplan en la consultora es que las conversaciones estén en una fase preliminar "que no significa nada", y que la falta de grandes beneficios compartidos por los operadores condena al fracaso cualquier acuerdo en un futuro.
Por tanto, y a modo de conclusión, desde Drewry consideran que estas tres navieras no son posibles socios en términos de cultura, de tamaño o de estructura comercial, lo que "hace alusión a una historia oculta", reiteran.
"Lo que está claro", indican, "es que los operadores de la Alianza 2M no entrarán en algo que no pueda beneficiarles de alguna manera".