España ocupa la primera posición en el ranking incluyendo la pérdida conocida y la desconocida con un 2% de media, seguida de Bélgica y los Países Bajos con un 1,9%, así como de Francia con un 1,7%, según un análisis elaborado por Crime&tech con el apoyo de Checkpoint Systems.
El trabajo estima que en Europa la pérdida conocida y desconocida representó de media el 1,44% de la cifra de ventas de los retailers entre 2015 y 2017 y un 2,1% si se añade el gasto en medidas de seguridad y prevención contra el hurto, que ha supuesto un 0,61% en el período.
En euros, el coste de la delincuencia y la merma, así como las medidas de seguridad arroja un impacto económico anual en toda Europa de 49.500 millones de euros, de los que 3.645 millones corresponden a España, de los que, a su vez 2.542 son de pérdidas y merma, y 1.103, de coste en inversión en seguridad.
Alimentación, la más afectada
Por sectores, en España estas pérdidas y la inversión en seguridad alcanzaron en alimentación el 2,6% de las ventas, seguidas del 2,1% para los artículos de textil y el perpetrado en estaciones de servicio, mientras que los artículos más hurtados por precio en alimentación son los vinos y licores, el queso, la carne, los cosméticos y los perfumes.
En su conjunto, los retailers invirtieron en este país un 0,7% de su cifra de ventas en adoptar medidas de seguridad contra la delincuencia.
Así mismo, los períodos con mayores pérdidas de este tipo suelen coincidir con el lanzamiento de colecciones o nuevos productos, las épocas vacacionales, especialmente las navidades y los fines de semana, mientras que la primavera es la época del año que registra mayor hurto en porcentaje sobre ventas y el invierno en valor absoluto.
La pérdida se concentra en establecimientos urbanos muy concurridos
De igual modo, el fenómeno de la pérdida tiende a concentrarse en áreas urbanas con alta densidad de población y renta más baja, así como en tiendas de tamaño grande, con amplios horarios de apertura al público y en establecimientos próximos a estaciones de tren o de metro, así como en los situados en las principales vías comerciales y en tiendas con cajas de autopago.
El hurto externo por parte de los consumidores sigue siendo la causa más frecuente de la pérdida desconocida en la distribución comercial. Por otro lado, más de dos tercios de los retailers encuestados alegan haber sufrido fraude en su cadena de suministro, ya sea por los servicios logísticos, de limpieza y por parte del personal de seguridad subcontratado.
Además, la inversión en seguridad suele centrarse en cámaras de vigilancia, sistemas antihurto, alarmas conectadas a central receptora, vigilantes de seguridad y los contadores de personas, mientras que el sistema más utilizado para la gestión del inventario son las etiquetas de código de barras, que representan el 71,7% y la RFID ya representa el 7,6%, instalada de forma independiente o junto al código de barras.