El embargo de Rusia a los alimentos perecederos procedentes de la Unión Europea se prolongará al menos durante un año y medio. Así lo han asegurado desde la administración rusa, aunque han indicado que la lista de productos prohibidos, que incluye frutas, verduras, carnes, pescados y lácteos, no se ampliará.
Por su parte, la Unión Europea aún no se ha pronunciado sobre si prorrogará las sanciones adoptadas contra Rusia por su papel en la crisis de Ucrania, que finalizan el 31 de junio.
Por el momento, todo indica que se mantendrán debido a que no se ha realizado ningún esfuerzo por parte del país para implementar los acuerdos de Minsk, que incluyen la devolución de la gestión de la frontera este a las autoridades ucranianas.
La noticia ha sido recibida con entusiasmo en el sector agroalimentario del país, ya que los agricultores y ganaderos rusos han aprovechado el veto ruso, que se extiende también a Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega y Japón, para ocupar cuotas de mercado que antes estaban en manos de compañías occidentales.