De un tiempo a esta parte, el sector marítimo-portuario se ha dado cuenta de que debe apostar por las nuevas tecnologías para construir verdaderos puertos inteligentes, poder automatizar sus procesos y mejorar la comunicación entre operadores, buques y proveedores de servicios externos.
Además de las plataformas en la nube que están implementando algunas navieras para la comunicación masiva de datos, existen 'apps' como la de CMA-CGM que permiten a los cargadores rastrear sus envíos y controlar su temperatura, su humedad o incluso posibles golpes, tal y como señalan desde el operador portuario Ventura Group.
Destaca también la aplicación de la terminal de contenedores de Tilbury, en Londres, que cuenta con un sistema de reserva de vehículos y facilita la verificación del estado de los contenedores desde cualquier lugar en tiempo real.
A su vez, la del puerto de Montreal informa a los transportistas sobre el tráfico en sus instalaciones y los tiempos de espera aproximados. Para ello, combina el el uso de sensores, un sistema para la lectura de las matrículas y la inteligencia artificial.
En cuanto a Rotterdam, uno de los puertos más avanzados en el ámbito de las nuevas tecnologías, ha puesto en marcha un proyecto junto a IBM para digitalizar todas sus operaciones y poder empezar a recibir buques autónomos en el año 2025.
Su nuevo sistema, que combina el uso de sensores y la realidad aumentada, aporta información sobre las condiciones hidrológicas y meteorológicas para que los buques puedan planificar mejor su llegada al puerto. Además, todos los datos recopilados serán objeto de estudio para poder mejorar las operaciones futuras.
Todos estos avances, en los que ya trabajan numerosos puertos de todo el mundo, servirán para optimizar los procesos portuarios y tendrán un gran impacto en la cadena de suministro de operadores y cargadores.