El transporte por carretera en Cantabria está experimentando una recuperación notable, con un aumento del 8% en la facturación en 2022 en comparación con 2021, si bien la actividad aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia.
Esta es una de las principales conclusiones obtenidas de la celebración de las asambleas ordinaria y extraordinaria de Aetrac, donde también se ha apuntado el registro de un descenso del 2,2% en el transporte de mercancías el año pasado, con alrededor de 1.369 millones de toneladas transportadas, debido a una disminución en el movimiento de mercancías en el puerto de Santander.
Sin embargo, las nuevas instalaciones de la terminal de contenedores y el inicio de la construcción del proyecto logístico del Llano de la Pasiega ofrecen perspectivas de crecimiento positivas.
Aun así, el margen de beneficio de las empresas no es tan positivo debido al aumento de los costos. Durante 2022, los precios de los servicios de transporte aumentaron en promedio un 15,6% y los costos medios aumentaron un 11,9%.
Por otro lado, aunque el número de empresas de vehículos pesados ha disminuido ligeramente en un 2,7% (quedando en 1.187 empresas), el número de vehículos ha aumentado en un 8,5%, alcanzando los 4.911. También se ha registrado un aumento del 2,6% en el empleo, con más de 7.300 personas ocupadas en el sector en Cantabria.
En lo que va de año, el transporte de mercancías por carretera ha tenido un comienzo con una carga de trabajo menor, pero el sector ha experimentado un aumento en el transporte internacional.
Entre los asuntos a prestar atención en los próximos meses estarán las fluctuaciones en el precio del carburante, la sentencia pendiente del Tribunal Supremo sobre el "cartel de camiones" que afecta a 1.047 vehículos de Aetrac y los peajes.
Escasez de conductores
También se ha puesto de manifiesto que uno de los principales desafíos es la escasez de conductores, poniéndose de manifiesto que, actualmente, faltarían unos 200 profesionales en un sector que roza la plena ocupación. De hecho, las empresas ya estarían experimentando dificultades significativas para contratar personal, ya que la edad promedio de los conductores es bastante alta, alrededor de 55 años, y hay una notable falta de mujeres en el sector.
Por esta razón, se ha defendido la necesidad de hacer que la profesión sea más atractiva tanto para hombres como para mujeres, además de destacarse la importancia de mejorar la seguridad en los estacionamientos y de favorecer a los jóvenes con medidas de apoyo para ayudar ante el costo inicial para obtener los permisos de conducción.