La Federación Gallega de Transportes, Fegatramer, calcula que al aumento anunciado por Fomento en los precios de las autopistas de su competencia en un 1,91% a partir de enero habrá que añadir en el caso de la AP-9 un 1% para amortizar las obras de ampliación del vial en Rande y la circunvalación de Santiago, así como otro 0,9% en función de los acuerdos suscritos en 2013 entre Audasa y el propio Ministerio.
Esta situación, afirma la asociación, "indigna al sector del transporte de Galicia, una Comunidad maltratada históricamente por todos los Gobiernos Centrales, (independientemente de su color político)" y "califica de desproporcionada y sorprendente la subida a partir de enero de 2018 de un 3,81% del importe" del peaje de la AP-9.
En este sentido, el transporte gallego pide, por contra, que se rebajen los peajespatra facilitar el transporte en un territorio periferico.
El transporte gallego considera que esta vía es una de sus principales vías de comunicación en la comunidad autónoma y, de paso, una autopista de las más caras de España.
Fegatramer explica que el importe del peaje para un camión pesado desde La Coruña a Vigo se sitúa en los 32,85 euros, lo que supone más de la mitad del coste en combustible de un camión de 40 toneladas de MMA de carga general para ese viaje.
Si a este coste se le añade el aumento fijado a partir de enero del peaje en un 3,81%, más las subidas del gasóleo y otros costes del transporte, según Fegatramer, "se dificulta aún más la actividad de las empresas del sector que por la propia coyuntura de su mercado de trabajo no puede trasladar estos costes a los precios de los servicio de transporte".
Así mismo, la Federación Gallega de Transportes también se opone a los planes de la Xunta que quiere desviar gran parte del tráfico pesado a la AP-9. Frente a ello, los transportistas gallegos solo apoyarían esta medida si se establece un desvío voluntario y con una bonificación del 100% del peaje.