El futuro sistema de navegación europeo Galileo, que competirá con el GPS estadounidense, "vuelve a ir por el buen camino" tras el lanzamiento correcto de sus dos últimos satélites, por lo que desde la Comisión Europea afirman que a partir de ahora todo será más regular y se podrá acelerar el despliegue del sistema, superando así un historial de retrasos y fallos técnicos.
Se retoma de este modo el mayor proyecto de infraestructura de Europa, según lo califican desde la propia Comisión al contar con un presupuesto de 7.000 millones de euros financiados al 100% por la UE, después de que el pasado 27 de marzo culminase con éxito el lanzamiento de la cuarta pareja de satélites del sistema, tras el intento fallido en agosto de 2014.
De los cuatro satélites que se pusieron en órbita en 2011 y 2012, tres están funcionando perfectamente mientras que uno de ellos no podrán funcionar de manera plena al tener problemas en la antena.
Además, aunque los dos satélites que se lanzaron el pasado agosto quedaron en una órbita mala, estos "están funcionando bien" según fuentes europeas, por lo que, si bien nunca llegar a rendir al 100%, es posible que lo hagan en un 80-90%.
Actuaciones en marcha
Con este fin, los técnicos están haciendo cambios de software en los centros de control para adaptar los receptores a la órbita elíptica y con efectos aleatorios en la que han quedado los satélites, un proceso que aún puede durar uno o dos años para sacar la máxima rentabilidad de los satélites.
En cuanto a los dos últimos lanzados, estos funcionan perfectamente hasta el momento, por lo que se podrán explotar al 100%.
Los próximos lanzamientos están previstos para los meses de septiembre y diciembre o enero, siendo el objetivo iniciar los primeros servicios de Galileo en 2016, aunque no sea hasta 2020 cuando el sistema funcione a pleno rendimiento con 30 satélites en órbita.