Las medidas que se consideran buenas prácticas generales en una explotación vitivinícola influyen, sin duda, no sólo en el producto, sino también en la propia gestión de la empresa.
En este sentido, el estudio 'Retos en la gestión empresarial y uso de las Nuevas Tecnologías en el sector vitivinícola español', elaborado por hablemosD.es con la colaboración de Tipsa, ha estudiado el grado de dificultad que las empresas del sector encuentran en sus procesos clave de gestión.
En el apartado del informe dedicado a la producción y la logística del sector se recoge, entre otros aspectos, la percepción de estas empresas en torno a sus operaciones logísticas, la trazabilidad y seguridad alimentaria y el etiquetado.
Complejidad de los procesos
La trazabilidad y seguridad alimentaria se presenta como una de las fases con mayor complejidad en su gestión, no sólo por su importancia, sino por los términos en los que afecta la implementación de un sistema de trazabilidad; desde el origen del producto, hasta la puesta en el punto de venta al consumidor.
Prueba de ello es que este proceso es dificultoso para el 57% de las empresas, mientras que tan sólo un 16% de los encuestados considera que la dificultad es baja y un 27% la consideran media.
En lo que respecta al etiquetado, como parte del proceso de trazabilidad, tiene una dificultad media para el 30% de los encuestados y baja para el 26%, mientras que para el 44% tiene una dificultad más elevada.
En lo que respecta a la logística, esta presenta una dificultad baja para el 28% de las empresas y una dificultad media para el 45% de los encuestados, frente al 27% que considera los procesos logísticos más complejos y difíciles.
Menor complejidad que en otras áreas
Como conclusión, el estudio señala que los trabajos logísticos a los que se enfrentan las empresas del sector tienen "un nivel de complejidad menor" que otros ámbitos, relativos sobre todo a la elaboración y presentación de libros, declaraciones e impuestos especiales, que "suponen una carga de complejidad para el sector bastante alta", según el informe.
En cualquier caso, el estudio indica que la incorporación de sistemas de gestión aplicados a todas estas fases o etapas se antoja "imprescindible" para asegurar su competitividad y rentabilidad.
Así, sólo a través de la tecnología se podrá aliviar el peso que la gestión de estas tareas conlleva, desde los trabajos de campo hasta la ubicación del producto terminado en el punto de venta.