El equilibrio entre la oferta y la demanda en el segmento del transporte marítimo de contenedores está cada vez más lejos. En 2018, se ha alcanzado el nivel más bajo de buques enviados a instalaciones de reciclaje desde el año 2008, a pesar de un reciente repunte.
A lo largo del año, las navieras han recibido embarcaciones que suman una capacidad de 1,35 millones de TEUs, por encima de los 1,19 millones de 2017. Por contra, solamente se han llevado al desguace buques con capacidad para 52.150 TEUs.
Aunque en el mes de octubre, han aumentado las ventas de embarcaciones para su demolición llevando esta cifra a los 100.000 TEUs aproximadamente, el ritmo de desguace sigue siendo el más bajo desde hace una década, según el último informe de Alphaliner.
La consultora anticipa que la flota mundial crecerá un 5,8% en total en 2018, hasta los 22,3 millones de TEUs, muy por encima del 3,7% de 2017 o del 1,9% de 2016. Esto implica que la flota inactiva, que se mantiene actualmente en los 700.000 TEUs de capacidad, seguirá aumentando hasta final de año.
Como resultado del lento crecimiento de la demanda, Bimco esperaba que la situación se equilibrase en 2018 y aumentaran las tasas de carga, pero no parece que vaya a suceder. De hecho, la demanda se ha incrementado menos precisamente por la rápida expansión de la flota, lo que mantiene bajo presión las tasas de flete.