La administración balear y las principales navieras que operan en las Islas han firmado el documento para lograr una regulación efectiva en la llegada de cruceros a Palma, que se convierte en el segundo destino del Mediterráneo después de Dubrovnik en lograr un compromiso de este tipo.
Tras dos años de negociaciones, se ha podido firmar este Memorándum de Entendimiento, que define las bases de un modelo de turismo aún más responsable y que continúe generando riqueza, abordando las necesidades específicas de Palma.
El texto da continuidad a los aspectos pactados el pasado mes de diciembre en Hamburgo, con el fin de aplanar los picos de actividad en el puerto, huir de la masificación y respetar a los residentes. Al mismo tiempo, una mejor ordenación de los cruceristas redunda en beneficio de la calidad en la experiencia.
Desde 2022, solamente llegarán en un mismo día a Palma un total de tres cruceros, y solo uno podrá tener una capacidad superior a los 5.000 pasajeros. Es decir, únicamente coincidirán un megacrucero y otros dos buques de menor tamaño.
Se trata de un acuerdo para los próximos cinco años, y debido a que las reservas de atraque en el puerto de Palma de 2022 estaban ya en su mayoría solicitadas y concedidas, se han pactado una serie de excepciones con las navieras.
De este modo, serán 18 los días que podrán coincidir en el puerto de Palma cuatro cruceros de manera simultánea. No obstante, en 2023 ya no habrá días excepcionados, por lo que no se podrá exceder el número máximo de cruceros por día pactados.
Al mismo tiempo, el acuerdo recoge que no se podrán superar los 8.500 cruceristasdiarios en cómputo semanal en Palma, por lo que las llegadas deberán ser siempre inferiores a esta cantidad.