Desde hace años, el puerto de Ferrol cuenta con una elevada y constante actividad, tanto en su dársena interior como exterior. Sin embargo, la Autoridad Portuaria no ha logrado aún encontrar inquilinos para la terminal de graneles líquidos que utilizaba Entabán, en Caneliñas, ni para el antiguo muelle que ocupaba Endesa, en el puerto interior, según recoge el Diario de Ferrol.
Esta última dársena, que se utilizó para el acopio de carbón durante casi 20 años, quedó libre cuando la empresa energética decidió trasladarse a la dársena exterior. Con 271 metros de longitud, 14 de calado y 50.000 m² de superficie de almacenamiento, posee un gran potencial logístico que puede ser aprovechado por diferentes sectores.
De hecho, en los últimos meses la Autoridad Portuaria ha invertido en pavimentaciones para adecuar este área a cualquier tipo de mercancías. Actualmente, se utiliza de forma puntual para tráficos del sector forestal o eólicos.
Respecto a la terminal de graneles líquidos, dispone de una superficie de unos 25.000 m² divididos en tres zonasprincipales: una nave con oficinas, un espacio de carga de camiones y el área de tanques de almacenamiento, con unos 50.000 m³ de capacidad.
Cuenta con una tubería de conexión directa con el muelle principal del Puerto Exterior, lo que unido a los 20 metros de calado de la zona de atraque facilita las operativas de grandes buques.
Hace cuatro años, el puerto licitó la explotación de esta terminal y llegó a negociar con la compañía coruñesa de tratamiento de residuos Ingaroil, pero de momento se mantiene desocupada.