El puerto de Almería aparece recogido como uno de los que forman parte de la Red Principal Transeuropea de Transporte, según los mapas del Ministerio de Fomento, pero la imposibilidad de ser un punto de carga y descarga de gas natural licuado (GNL) en los barcos que fondean en él, le dejaría fuera, según ha publicado Noticias de Almería y según el informe que un comité de expertos ha presentado ante el Senado bajo el título “Estudio de las vertientes técnica y económica de la utilización del gas natural licuado (LNG) como combustible marino”.
En estos momentos, la Directiva europea 2013/12, que está en fase de elaboración, prevé que todos los puertos marítimos y fluviales de la Red Principal Transeuropea de Transporte (TEN-T) tengan puntos de suministro de GNL a fecha 31 de diciembre de 2020.
Además se estima que en 2014 una norma europea determinará las especificaciones técnicas comunes que deberá cumplir cada instalación.
En España hay once puertos, que deberán disponer de instalaciones de carga de GNL para buques en 2020. Estos puertos son los de Algeciras, Barcelona, Bilbao, Cartagena, La Coruña, Gijón, Las Palmas, Palma de Mallorca, Sevilla, Tarragona y Valencia,
Se necesitan 139 estaciones de suministro de GNL
La directiva que se está elaborando estima que son necesarias en Europa, al menos, 139 estaciones de GNL, con una media de inversión de 15 millones de euros por estación.
De la inversión total prevista hasta 2020 por los fondos comunitarios para esta materia, 165 millones de euros podrían corresponder a los puertos españoles de la red principal, lo que permitiría acometer estas actuaciones en los 11 puertos que están señalados.
España tiene seis terminales que reciben gas en barco, una terminada que todavía no ha entrado en funcionamiento y dos en proyecto. El total de terminales que hay en Europa es 18, y España tiene 7, es decir, un tercio del total de la capacidad regasificadora europea.
El GNL ha experimentado un crecimiento exponencial en el mundo, desde el año 2000 ha crecido un 200%, y actualmente tiene un consumo de diez veces el que consume España en gas, no en GNL, pero se espera un crecimiento brutal, porque permite que el gas pueda ser transportado en forma gaseosa por gasoducto o en forma líquida por barco, lo cual hace que se pueda mover libremente a través del mundo.
Menor coste, reducción de emisiones y buen rendimiento tecnológico
Actualmente el 30% de las infraestructuras europeas de GNL están en España, que tiene siete plantas de regasificación, una que todavía no está operativa, ocho en toda la península, cuando en el total de Europa son 23.
En el año 2012 se descargaron 291 barcos de GNL y se cargaron 45.000 cisternas, equivalentes a 15 barcos de GNL, con lo cual, la práctica en todo lo que es la descarga de buques, el almacenamiento, la regasificación o la carga de cisternas es enorme, es mucho más amplia que la que pueda tener cualquier país europeo.
Las plantas de regasificación de España tienen actualmente una media de ocupación del 43% , lo que da un margen que permitiría iniciar una nueva actividad, ya sea para tratar el GNL marítimo o para cualquier otra actividad que comporte el gas natural, que puede ser transportado en forma líquida.
El informe resume que “la oportunidad del GNL marítimo básicamente se basa en tres pilares: menor coste; reducción de emisiones; y buen rendimiento tecnológico.