El precio de todos los tipos de petróleo continúa descendiendo en diciembre, motivados por el exceso de la oferta mundial y acelerado por la decisión de los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no reducir el nivel de su producción conjunta, adoptada el 27 de noviembre en Viena.
A estos hechos se suman, además, que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha recortado recientemente, por cuarta vez en los últimos cinco meses, su previsión de consumo mundial de crudo en 2015, que crecerá en 900.000 barriles diarios en vez de los 1,13 millones anteriormente estimados.
De este modo, las nuevas expectativas de demanda de crudo de la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se sitúan en 93,3 millones de barriles diarios, frente a los 92,4 millones estimados para el presente año.
En este contexto, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, ha descendido sólo este viernes 12 de diciembre un 1,7%, tocando un mínimo de 61,92 dólares por barril desde los 63,01 del comienzo de la sesión.
De este modo, el precio del barril de petróleo Brent acumula un descenso superior al 44,3% desde el pasado mes de enero.
También desciende el resto de petróleos
Por su parte, el crudo Texas, de referencia en Estados Unidos, ha descendido hasta los 58,15 dólares por barril desde los 59,17 euros del comienzo de la jornada, lo que lo sitúa en mínimos de hace cinco años.
Además, el precio del barril de crudo de la OPEP ha encadenado, también este viernes, la séptima caída consecutiva, vendiéndose a 58,65 dólares, la primera vez que se sitúa por debajo de los 60 dólares en el último lustro.
El petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se depreció el jueves día 11 un 1,4%, acentuando la pérdida de valor registrada desde junio pasado hasta el 46%. En sólo 18 días, la cotización del barril de la OPEP ha caído un 17%.
La necesidad de que se note en los carburantes
En este contexto mundial, varias asociaciones de transportistas, sindicatos, organizaciones públicas y partidos políticos han mostrado su preocupación ante el hecho de que este descenso en el petróleo no se vea reflejado en los surtidores españoles.
A las recientes denuncias por parte de la CNMC de que las distribuidoras aumentan sus márgenes de beneficio, que dieron lugar a las presiones del Ministerio de Economía a las petroleras, se ha sumado la del PSOE, que propone reformar la Ley de Hidrocarburos para limitar el negocio de las tres grandes compañías que dominan el mercado en la actualidad.
Así lo ha anunciado este lunes 15 de diciembre el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tras su reunión con representantes del sector del transporte por carretera, autónomos y consumidores junto al Museo del Ferrocarril en Madrid.
El líder del PSOE ha recordado que el 85% de la distribución de combustible en España está en manos de tres empresas, por lo que ha propuesto introducir un tope de un 30% en el volumen de ventas y de las estaciones de servicio que cada compañía puede tener.
El objetivo de esta reforma es garantizar que los precios de la gasolina y el gasóleo "suban o bajen en la misma proporción y a la misma velocidad que el precio del crudo", algo que en España, según Sánchez, "ahora mismo no está ocurriendo, en perjuicio de los autónomos, transportistas y usuarios".