Siete meses después de la entrada en vigor el pasado 1 de abril del polémico impuesto que Bélgica impuso a los vehículos comerciales e industriales de más de 3,5 tn que circulan por sus carreteras, el sistema sigue generando polémica.
Uno de los puntos de queja por parte de los transportistas, desde el inicio de su entrada en vigor, ha sido el referido al sistema de facturación, que se ha venido efectuando de forma individualizada por camión, sin que existiera la posibilidad de agrupar los vehículos de una misma empresa en una única factura. Esto suponía un problema por el alto número de facturas generadas, lo que dificultaba la gestión de la devolución del IVA.
Sin embargo, después de las numerosas gestiones realizadas ante Satellic, tal y como se informa desde Vatservices, a partir del 16 de diciembre de 2016 estará disponible la facturación por empresa y los trayectos se facilitarán en formato CSV, que permite presentar datos en forma de tabla, en las que las columnas se separan por comas y que es fácilmente convertible al formato Excel.
No obstante, esta facturación se seguirá emitiendo por cada uno de los tres estados que forman Bélgica, Bruselas Flandes y Valonia, como se venía haciendo desde la entrada en vigor del impuesto.
Numerosas críticas
La puesta en marcha de este nuevo impuesto por parte de las autoridades belgas, ha estado rodeado de polémica con múltiples problemas técnicos, tanto en su implantación como en el dispositivo embarcado, que llevaron a plantear incluso su suspensión.
Ya antes de su entrada en vigor, fueron numerosas las críticas de transportistas y asociaciones, por la incapacidad de la concesionaria, Satellic, para abastecer la demanda, sumándose a estos problemas el hecho de que “muchos de los aparatos ya instalados no funcionaban correctamente”, por lasincidencias técnicas que afectaban a la geolocalización de los vehículos y a la facturación de los peajes, lo que llevó al reemplazo de un alto número de OBUs.
Las autoridades belgas han iniciado recientemente la detención de camiones en ruta, basándose en una “presunta” falta de pago de peajes del impuesto belga que entró en vigor el pasado mes de abril, según se señalaba desde Fenadismer.
El régimen sancionador establecido en relación al sistema belga de peajes, prevé un único importe para la multa de 1.000 euros, cualquiera que sea la infracción cometida, sin distinguir si se trata de un mero error administrativo o informático o por el contrario se trata de una actuación intencionada.