El Parlamento Europeo ha adoptado esta misma su posición de negociación sobre la normativa de emisiones Euro 7con 329 votos a favor, 230 en contra y 41 abstenciones.
Este nuevo reglamento actualizará los límites actuales para las emisiones de escape (como óxidos de nitrógeno, partículas, monóxido de carbono y amoníaco), e introducirá nuevas medidas para reducir las emisiones de neumáticos y frenos, así como para aumentar la durabilidad de las baterías.
Así pues, los eurodiputados están de acuerdo con los niveles propuestos por la Comisión para las emisiones contaminantes de los turismos y proponen un desglose adicional de las emisiones en tres categorías para los vehículos comerciales ligerosen función de su peso.
De igual modo, la Eurocámara también propone límites más estrictos a las emisiones de gases de escape medidos en laboratorio y en condiciones reales de conducción para autobuses y vehículos pesados.
Por otra parte, el Parlamento quiere, además, armonizar las metodologías de cálculo y los límites de la Unión para las emisiones de partículas de freno y las tasas de abrasión de los neumáticos con las normas internacionales que está desarrollando actualmente la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas.
En este sentido, el órgano considera que así se ha logrado un equilibrio entre los objetivos medioambientales y los intereses de los fabricantes, ya que, según su criterio, sería contraproducente aplicar políticas medioambientales que perjudiquen tanto a la industria europea como a sus ciudadanos.
De este modo, el Parlamento está listo para iniciar conversaciones con los gobiernos de la Unión sobre los términos finales de la regulación.
La IRU considera que la Eurocámara ha hecho "una aproximación realista" al nuevo estándar de emisiones, ya que impulsa al mismo tiempo la eficiencia y la sostenibilidad, con proporcionalidad entre los objetivos medioambientales y las inversiones a realizar para conseguirlas.