El Parlamento Europeo ha aprobado un reglamento para la gestión de los servicios portuarios y la transparencia financiera de los puertos. La propuesta, que ha sido objeto de intensos debates y largas negociaciones, se presentó en 2013, pero quedó paralizada por las elecciones europeas de 2014.
No obstante, Bruselas lleva 15 años estudiando la posibilidad de aprobar una ley europea a nivel portuario en este ámbito y en este caso, por primera vez se han tenido en cuenta también las condiciones laborales, que resultan clave para la competitividad de los puertos.
La falta de una normativa clara sobre la financiación pública de infraestructuras portuarias y sobre las tasas que pagan los usuarios limita las inversiones, por lo que con la aplicación de este texto se pretende aumentar la eficiencia de los puertos comunitarios.
Obligaciones de los puertos
En concreto, estas normas obligarán a más de 300 puertos de la Red Transeuropea de Transporte a especificar en su contabilidad las ayudas públicas recibidas y a mejorar la transparencia en la fijación de los costes por el uso de los servicios y las infraestructuras.
Del mismo modo, las autoridades nacionales también deberán garantizar un procedimiento eficaz para la tramitación de reclamaciones, y los proveedores de servicios portuarios tendrán que facilitar a sus empleados la formación necesaria, haciendo hincapié en la seguridad y la salud.
El reglamento no impone un modelo específico de gestión, pero sí establece condiciones si los operadores quieren imponer requisitos mínimos a los proveedores de servicios de remolque, amarre, almacenamiento de combustible, y recogida de residuos generados por los buques, o restringir el número de proveedores de estos servicios.
En el caso de los servicios de manipulación de carga y de transporte de pasajeros estarán sujetos a las normas de transparencia financiera, pero estarán exentos de las relativas a la organización de los servicios portuarios.
Se espera que el Consejo Europeo pueda dar luz verde cuanto antes a la propuesta regulatoria, con el fin de que el texto sea finalmente adoptado como una ley europea.
Apoyo del IDC y Ecsa
El Consejo Internacional de Estibadores (IDC) ha valorado positivamente la aprobación de este documento, que permitirá mantener los actuales modelos de gestión, con indiferencia del Estado miembro, y su enfoque hacia las condiciones de los trabajadores, aunque considera que debería haber sido "más preciso" en este ámbito.
Respecto al control de las ayudas estatales a cada puerto, el IDC mantiene que debería dar mayor importancia a que los recursos generados en las instalaciones europeas estén dirigidos a lacreación de empleo, la formación y la seguridad.
Por su parte, la Asociación Europea de Navieros (Ecsa) considera que el reglamento es un primer paso hacia la puesta en marcha de auténticas autopistas del mar en las ques los puertos sean puntos claves. Sin embargo, lamenta que la propuesta no se corresponda con algunos de los problemas de acceso al mercado a los que se enfrentan las navieras.
Asimismo, desde la asociación han solicitado que se realicen los esfuerzos necesarios para que el sector pueda desarrollar todo su potencial, especialmente especialmente en lo referente al Transporte Marítimo de Corta Distancia (TMCD), que necesita hacer escalas frecuentes, y por tanto, depende del buen funcionamiento de los servicios portuarios.