El comercio internacional ha evolucionado hasta un punto en el que ninguna nación puede ser totalmente autosuficiente y, en esta economía globalizada, el abastecimiento de todos los mercados pasa por un transporte marítimo seguro, protegido y eficiente.
A su vez, el sector del transporte marítimo depende de una oferta suficiente de gente de marpara trabajar en los buques que cargan las mercancías de todo el globo.
Sin embargo, según la Organización Marítima Internacional, esta oferta de mano de obra“no está de ningún modo garantizada”, advirtiéndose “desde hace tiempo" un déficit de nueva gente de mar que, si bien aún no ha perjudicado directamente al transporte, ya ha “dado señales de aviso”.
A raíz de las previsiones de crecimiento de la flota mercante global, la OMI calcula que el número de oficiales pasará de los 500.000 actuales a los 850.000 en el año 2030. Teniendo en cuenta que la mitad de los oficiales en activo se habrá jubilado en este periodo, será necesario contratar a 600.000 oficiales nuevos, lo que equivale a una demanda anual de 40.000 profesionales.
Oportunidades para los españoles
En este contexto, el sector se presenta como una gran oportunidad para los jóvenes españoles que, sin embargo, no llenan las aulas de las escuelas náuticas españolas donde se imparte la formación necesaria.
Según señalan desde la Marina Mercante, en España se forman entre 400 y 500 oficiales al año, cubriendo así en el mejor de los casos poco más del 1% de la demanda requerida a nivel mundial.
Si bien es cierto que el débil pabellón español limita las posibilidades de los estudiantes a la hora de poder hacer prácticas o trabajar en buques de su propio país, desde la OMI afirman que el trabajo en este segmento está asegurado si se opta por trabajar en el extranjero, donde el conocimiento del inglés es suficiente para navegar por cualquier mar.