MAN Truck & Bus está ultimando el lanzamiento de su camión eléctrico, el MAN eTruck, programado para finales de octubre, y del que se espera represente aproximadamente el 50% de las nuevas matriculaciones de la marca alemanaen la Unión Europea para el año 2030.
Para garantizar que el vehículo esté a la altura en cuanto a rendimiento, confiabilidad y eficiencia en comparación con los camiones diésel actuales, se han llevado a cabo distintas pruebas de durabilidad y seguridad en diferentes condiciones, desde el intenso frío sueco hasta el calor extremo en España, donde 40 expertos en desarrollo han completado pruebas de más de 10.000 kilómetros para asegurar que el camión cumple con los requisitos de transporte.
Además, MAN está preparando a sus 1.200 empleados de ventas europeos proporcionándoles la capacitación necesaria para brindar asesoramiento a los clientes. Esto incluye responder a preguntas sobre infraestructura de carga, idoneidad para el uso y configuración del vehículo.
El MAN eTruck tiene un alcance diario de entre 600 y 800 kilómetros, lo que lo hace adecuado para el transporte de larga distancia y diversas tareas de transporte, desde la recolección de residuos en áreas urbanas hasta la recogida de leche de agricultores orgánicos con un camión cisterna eléctrico.
En paralelo, la marca alemana está trabajando con Asociación Alemana de Transporte de Carga y Logística, BGL, solicitando una expansión acelerada de la infraestructura de carga pública para garantizar la transición ecológica en el continente.
En este sentido, si bien el eTruck estará disponible para los clientes de forma inminente, la compañía ha señalado que el paso de la tecnología diésel a la eléctrica depende de las condiciones marco necesarias, especialmente una infraestructura de carga a nivel nacional, pidiendo un apoyo político en este sentido.
Ambas entidades consideran la transición a camiones eléctricos de batería esencial para cumplir con los objetivos de reducción de CO2, pero avisan de que el cambio requiere una infraestructura de carga nacional robusta como un requisito básico.
Por ello urgen a una expansión acelerada de al menos 4.000 puntos de carga de megavatios en Alemania y 50.000 puntos de carga de alta capacidad en Europa para 2030, además de dar un marco de seguridad en la planificación y la inversión en programas de financiamiento para la transición a la electromovilidad.