Las grandes empresas textiles vienen revolucionando la distribución desde hace años y, en este contexto, el éxito de las marcas referentes españolas se debe en gran parte al importante desarrollo de su cadena de suministro.
Con el objetivo de conocer las buenas prácticas de este sector, la XI Edición de los Debates ICIL, celebrada este martes 19 de abril en Madrid, ha reunido en una mesa redonda a transportistas, operadores logísticos e importantes empresas del sector de la modapara analizar la logística asociada a esta actividad.
La principal conclusión que se puede extraer del debate es que no existe en este sector una única fórmula de éxito a la hora de gestionar la logística. De hecho, en una misma empresa, la cadena de suministro de un tipo de mercancía puede ser totalmente diferente a la de otra mercancía que vende la misma compañía.
Hace no muchos años, se decía en algunos círculos logísticos que todo aquel que no externalizase su cadena de suministro estaba condenado ha fracasar. "Hoy, vemos a grandes empresas que han crecido y siguen creciendo con una clara apuesta por el control total de su logística".
Así lo ha apuntado el vicepresidente de la Fundación ICIL, Miguel Angel Miguel, antes de lanzar a los participantes en la mesa la cuestión de si es preferible externalizar o no las operaciones logísticas.
Externalizar la logística, ¿o no?
Las diversas estrategias puestas en marcha por el retail de la moda apuntan que la externalización dependerá de tantos factores que, en muchos casos, se puede llegar a hablar de "varias cadenas de suministro en una misma cadena de suministro", según ha resumido Miguel, principalmente por la gran variedad de mercancías que se manejan.
De hecho, la misma estrategia varía según el desarrollo de la empresa. Por ejemplo, Primark ha apostado tradicionalmente por externalizar su logística, pero este mismo 2016 abrirá el primer centro logístico en Inglaterra gestionado internamente. Por otro lado, en Cortefiel han delegado algunas operaciones y gestionan de forma interna otras.
En lo que respecta a los operadores logísticos, desde GrupoUno CTC aconsejan a las empresas externalizar aquellos procesos que no aporten un valor añadido directo al cliente, ya que habrá operaciones en las que será aconsejable contar con profesionales especializados para su gestión antes de aventurarse en la misma.
Por su parte, desde ThinkTextil indican que la gran pregunta que debe hacerse una empresa del sector es si su cadena de suministro supone un aspecto estratégico para aportar valor añadido o, por el contrario, es un coste al que hay que hacer frente. Ahí radicará la elección de una u otra operativa.
La deslocalización ha sido otro de los temas que se han abarcado en el debate. En este sentido, en la compañía Intropia entienden que, a medida que se amplían los mercados de venta y se gana peso en estos, conviene trasladar la logística a estos mercados, siempre que costes y tiempo estén equilibrados.
Sin embargo, según apuntan desde GLS en su condición de partner logístico, se observa en los últimos años una vuelta a la fabricación en Europa tras la deslocalización a países emergentes en busca de menores costes.
Diferencias en el e-commerce
Las mismas diferencias estratégicas se aprecian en el segmento del e-commerce, donde no todo el mundo puede avanzar al mismo ritmo debido a la fuerte inversión que hace falta. De hecho, mientras algunas empresas, como Cortefiel, esperan seguir creciendo en el comercio electrónico, otras, como Primark, no entrarán en este segmento a corto plazo al entender que se deben priorizar otras estrategias.
Sucede también en el packaging, donde el coste total del producto determinará cuanto se puede invertir en un envase o embalajeque aporte valor añadido.
Si en algo han coincidido los ponentes es que, incluso en el sector de la moda, donde el desarrollo tecnológico y la inversión en nuevas soluciones ha sido mucho mayor que en otras actividades económicas, es que la tecnología asociada a la cadena de suministro aún está en ciernes.
Además, aunque es cierto que la tecnología existe en el mercado, conviene analizar individualmente, al igual que sucede con la externalización o el salto al e-commerce, hasta que punto se está dispuesto a invertir en la misma y si las soluciones del mercado actual son adecuadas y factibles en un negocio.