El consumo en España durante 2017 se ha incrementado en prácticamente todos los mercados, según datos del Observatorio Cetelem, que recoge que el comercio electrónico se ha impuesto como primera opción para la compra de determinados productos, como los relacionados con la tecnología o los electrodomésticos.
En cuanto a la alimentación, el e-commerce ha irrumpido en el mercado tradicional y es una de las opciones más utilizadas por los consumidores. En general, los españoles compran todo tipo de productos por Internet, siendo en los sectores de alimentación y moda donde más gasto realizan.
Sin embargo, existen algunos casos en los que tienen que pensárselo dos veces a la hora de llenar el carrito virtual. Principalmente, se trata de categorías alimentarias más vinculadas al impulso, como snacks y caramelos, helados o cereales, o incluso los congelados.
El 70% de los compradores no acuden directamente a Internet para buscar este tipo de productos, porcentaje que es incluso superior en la generación 'millenial', que prefiere pensárselo más detenidamente antes de adquirir ciertos artículos.
La confianza de los consumidores en la economía española ha mejorado y eso se refleja en un aumento considerable en el mercado del consumo. Asimismo, el 58% de los encuestados no duda en considerar la financiación como una alternativa para adquirir un bien o un servicio.
Por su parte, las tiendas han aumentado las experiencias personalizadas a los clientes, aunque muchos siguen pensando que las estrategias de venta se dirigen a la masa. Las tarjetas de fidelización son un producto cada vez más utilizado para retenerlos a cambio de ciertas ventajas, como descuentos, ofertas personalizadas o programas de puntos.