La externalización logística seguirá creciendo tanto a nivel nacional como internacional en los próximos años. Esta es una de las principales conclusiones del estudio de Miebach Consulting que ha sido presentado por su responsable de Desarrollo de Negocio, Xavier Farrés, en el SIL 2018.
Según la investigación realizada, las principales actividades a externalizar siguen siendo el transporte y el almacenaje, mientras las funciones de gestión aún ocupan un lugar secundario. La planificación del transporte se sitúa en tercer lugar, considerándose la logística de producción lo menos externalizable.
Los que ofrecen servicios de externalización lo hacen pensando en un mayor enfoque en competencias clave, la flexibilidad y la reducción de costes, y creen que lo que más valoran de ellos las empresas es su fiabilidad, experiencia y credibilidad, así como los precios.
Por su parte, las empresas que subcontratan tienen en cuenta la variabilidad y la reducción de costes, así como la posibilidad de evitar inversiones, valorando especialmente la profesionalidad, la transparencia y la flexibilidad por encima del precio o ubicación.
Riesgos de la externalización
Todos los encuestados coinciden en que el mayor riesgo reside en la dependencia del proveedor de servicios después del período contratado y la pérdida de control sobre ese tipo de operaciones, especialmente en Europa y en Norteamérica. En Latinoamérica, por el contrario, preocupa más la posibilidad de que el servicio externalizado sea de menor calidad.
El departamento que aprueba las licitaciones en Europa es mayoritariamente el de Logística, en Latinoamérica la Dirección General y en Norteamérica depende de la operativa que se quiera externalizar. En cuanto a la frecuencia, más del 50% de los entrevistados en Europa y Latinoamérica inicia procesos de licitación de transporte anualmente o cada dos años.
En cambio, sólo el 15% de las empresas externaliza la gestión de sus almacenes anualmente o cada dos años, contra el 30%, que prefiere tener sus operaciones internalizadas. Las empresas más satisfechas con la externalización son las latinoamericanas, llegando al 85%, aunque en general no suele existir una sensación de descontento con estos servicios.