El Canal de Panamá ha abordado la situación actual de la vía interoceánica, presentando las medidas destinadas para mantener el servicio a los clientes, los fenómenos que impactan la operación y las perspectivas de la infraestructura a corto, medio y largo plazo.
Desde su administración se ha querido destacar que la mayoría de los clientes continúan eligiendo la ruta a través del Canal de Panamá, a pesar de los tiempos de espera, las restricciones de calados de los buques y las subastas en algunos precios.
En este sentido se ha recordado que participar en estas subastas es una decisión del naviero, y que en todo caso "refleja el valor de la ruta y al mismo tiempo, el valor que el mercado le otorga al tránsito por Panamá”.
El Canal de Panamá ha ido tomando medidas preventivas para garantizar el suministro de agua dulce tanto para el consumo de la población panameña como para los tránsitos durante la próxima temporada seca, que se prevé inicie en diciembre y se extienda hasta abril de 2024.
Estas medidas contemplan la disminución de 36 a 32 el promedio de tránsitos diarios por las esclusas panamax, sin afectar el calado de estos buques. En el caso de las esclusas neopanamax, mantendrían el calado máximo disponible de 44 pies durante los próximos meses.
Desde el año 2020, el Canal de Panamá ha estado implementando un programa hídrico para asegurar el suministro de agua para la población y las operaciones de la vía interoceánica en los próximos 50 años.
Aunque los expertos del canal y el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos han confirmado que las soluciones técnicas dentro de la jurisdicción del canal no son suficientes para satisfacer la creciente demanda de agua y tráfico humano, han identificado soluciones externas, como el río Indio y Bayano, que podrían ser parte de una solución a largo plazo.
Es importante señalar que la regulación país prohíbe la construcción de embalses por parte del canal, pero se están explorando alternativas que permitan utilizar el río Indio de manera más eficiente para satisfacer las necesidades de la población y las operaciones del canal.
Se espera que para mayo de 2024 lleguen las conclusiones finales del Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos, con la construcción programada para la estación seca de 2025.