Un estudio elaborado por el Instituto Universitario de Investigación de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia, Fesvial y Fenadismer ha arrojado luz sobre el abandono que han sufrido los conductores profesionales durante la crisis sanitaria.
En concreto, los datos del trabajo elaborado sobre una encuesta a un total de 1.013 conductores en activo y un nivel de confianza de un 95% indican que un 79,8% de los conductores de transporte de mercancíasconsidera que los poderes públicos no les han prestado la ayuda que era de esperar.
Así mismo, un 50,7% de todos ellos considera que las normas sobre cómo debe realizarse el transporte de mercancías no han estado claras y un 71% de los conductores encuestados declara que no se les ha dado la información y medios de protección adecuados para evitar contagios.
Malas condiciones de trabajo
Por otra parte, el estudio también ha analizado las condiciones en que los conductores han llevado a cabo su labor durante la crisis sanitaria.
En este tiempo, un 54,6% de los profesionales del transporte de mercancías por carretera afirma que se ha visto obligado a hacer la carga y descarga de sus mercancías sin ayuda ninguna, mientras que, por otro lado, un 84,1% no ha tenido donde poder comer, dormir o descansar durante sus desplazamientos.
Efectos perniciosos sobre la conducción
Además, la situación también ha afectado a la conducción de los profesionales, ya que un 37,8% ha percibido en esta situación un mayor riesgo de sufrir un accidente de tráficoque antes de la emergencia.
De igual manera, un 54,7% de los conductores encuestados reconoce distraerse más ahora y un 41,1% han sentido más fatiga y cansancio que antes mientras están en ruta.
Es más, un 61% de los conductores reconoce haber cometido errores de conducción con frecuencia, debido al cansancio, el estrés y la ansiedad que sufren, mientras que un 58,9% está teniendo problemas de sueño y descanso, lo que repercute en la atención al volante.
Adicionalmente, un 71,4% de los encuestados ha manifestado que no se les ha dado la información ni medios adecuados para evitar los riesgos que supone la enfermedad.
De hecho, el 46% de los conductores profesionales denuncia que no ha tenido acceso a materiales de protección, por lo que un 83% afirmen que tienen miedo de contagiar a su familia y allegados tras los viajes.
Todo esto se traduce en un estado de ánimo muy negativo entre el colectivo de conductores profesionales, toda vez que solo el 7,3% de los conductores aprueba la gestión de la crisisrealizada por parte de los poderes públicos.
En este mismo sentido, un 76,6% piensa que los poderes públicos no han reconocido su trabajo, aunque se percibe más reconocimiento por parte de sus empresas y asociaciones, con un 48.8%, así como por parte de la sociedad, con un 34%.