Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, CDC, han recomendado a la población evitar los cruceros por el momento, al considerar que este tipo de viajes suponen un riesgo alto para el contagio del Covid-19.
Por eso, se ha pedido a los pasajeros que decidan viajar de este modo que se sometan a un test entre tres y cinco días después y se mantengan en casa durante siete días al volver, incluso si el resultado ha sido negativo.
En octubre, estos centros publicaron una serie de indicaciones para la vuelta gradual a las operaciones del segmento de los cruceros, tras la prohibición establecida en marzo, al declararse oficialmente la pandemia.
La evidencia científica sugiere que los cruceros representan un riesgo mayor de transmisión que otros entornos, debido a la alta densidad poblacional. A esto se añade que la tripulación tenga que vivir y trabajar en espacios cerrados o parcialmente cerrados, donde resulta difícil mantener el distanciamiento social.
Los casos leves y las infecciones asintomáticas dificultan la detección de casos y las prácticas de aislamiento y cuarentena, lo que puede facilitar la circulación del virus de un viaje a otro, tanto en el caso de la tripulación de los viajeros.
Etapas para la reanudación de los cruceros
Por ello, en un primer momento será necesaria la realización de pruebas y la implementación de medidas preventivas para los miembros de la tripulación. Los CDC se asegurarán de que los operadores cuenten con las protecciones adecuadas mientras hacen lo posible para que los laboratorios a bordo tengan la capacidad suficiente para realizar pruebas.
Las etapas posteriores incluyen simulacros con voluntarios que hacen el papel de pasajeros para poner a prueba la capacidad de los operadores, certificaciones para los barcos que cumplen con los requisitos específicos y el regreso de los viajes con pasajeros de manera que permita mitigar el riesgo de propagación.